Sobre mí...

SOBRE MÍ... JOSUE GALVIS

Me llamo Juan Josué Galvis Lozano, nací el 26 de marzo de 2010 en Bogotá, pero desde muy pequeño he vivido en Madrid, Cundinamarca, en el barrio Sosiego. A pesar de haber nacido en la capital, toda mi vida la he pasado en el mismo lugar, lo que me ha permitido conocer bien mi entorno y adaptarme a mi comunidad. Actualmente tengo 15 años y estudio en la Institución Educativa Departamental Tecnológico de Madrid, donde llevo ya siete años. Considero que este colegio es uno de los mejores de la zona, ya que me ha brindado grandes oportunidades académicas y personales.

Desde hace tiempo me ha llamado la atención la natación, pero no he podido entrenarla como me gustaría debido a la falta de una escuela cercana donde pueda practicar este deporte de manera constante. Además del deporte, también me interesa la programación, un campo que descubrí hace poco y que me ha parecido muy interesante. Sin embargo, otra opción que también me atrae mucho es el ejército, ya que me gustaría formar parte de él en el futuro y poder servir a mi país. En cuanto a mi personalidad, me gustan las personas sinceras y directas, ya que valoro mucho la honestidad en las relaciones interpersonales. Por otro lado, no tolero la hipocresía ni las mentiras, pues creo que la confianza es fundamental en cualquier tipo de relación, ya sea de amistad o familiar.

Vivo con mi papá, mi mamá, mi hermana, mi abuela, mi tía, mi primo y mi perro. Somos una familia numerosa, también es muy bonito compartir el día a día con tantas personas. Siempre hay alguien con quien hablar o pasar el tiempo, lo que hace que la casa se sienta llena de vida. Mi relación con mi familia es bastante cercana, especialmente con mi hermana y mi primo, con quienes he compartido muchas experiencias a lo largo de los años. Mi abuela también ha sido una figura muy importante en mi vida, ya que siempre están ahí para apoyarme y aconsejarme cuando lo necesito.

Desde que tengo memoria, he compartido muchos momentos con mi hermana y mis primos. Cuando éramos más pequeños, pasábamos horas jugando sin cansarnos, inventando historias. La infancia fue una etapa llena de diversión y risas, donde cualquier rincón de la casa o la calle se convertía en un campo de juegos. Aunque con el tiempo crecimos y nuestras responsabilidades aumentaron, seguimos manteniendo una buena relación y recordamos con nostalgia esos días en los que nuestra única preocupación era decidir a qué jugar.

Cuando inició la pandemia por COVID-19, yo estaba cursando sexto grado en la Institución Educativa Departamental Tecnológico de Madrid. Al principio me costó mucho mantener la disciplina, y en varias ocasiones, en lugar de prestar atención a las clases, me ponía a jugar en el celular. Esto afectó mi rendimiento académico y terminé perdiendo varias materias debido a la falta de concentración y compromiso.

Durante el servicio social, tuve la oportunidad de inscribirme en un curso de programación web, lo cual me pareció una gran experiencia. Decidí aprovecharla y logré obtener dos certificaciones en tan solo dos meses de HTML, CSS y JavaScript. Este logro me motivó aún más a seguir aprendiendo y explorando el mundo de la programación, un campo que ahora considero una posible opción para mi futuro.